Presidido por la intendenta Rosanna Adaglio, la ciudad de Cosquín rindió honores esta mañana a su Héroe de Malvinas, el Capitán Aviador Omar Jesús Castillo, al cumplirse 30 años de su muerte en combate en una de las batallas más memorables de la Fuerza Aérea Argentina.
La mañana de hoy se inauguró la plaza “Héroes de Malvinas”, a donde fue traslado el busto del aviador coscoíno que entregó su vida en la operación “Invencible” el 30 de mayo de 1982, considerada como una de las máximas proezas de la aviación argentina que incluso se la califica como la mayor después de la segunda guerra mundial.
El monumento fue montado en la plaza del acceso norte de la avenida costanera, que lleva su nombre, bajo el amparo de las tres banderas, de la Nación Argentina, de la Provincia de Córdoba y de la Ciudad de Cosquín.
En el acto estuvieron presentes los hermanos de Castillo; autoridades, ex compañeros y una escuadra de cadetes del Liceo Militar General Paz, establecimiento donde comenzó la carrera militar del conmemorado. A la par, se destacaron autoridades y ex compañeros de la Escuela de Aviación de Córdoba, tanto de su promoción como camaradas de la contienda de Malvinas. También integrantes del Centros de Veteranos de Malvinas, intendentes de localidades vecinas, instituciones intermedias de la ciudad y delegaciones de todos los establecimientos de Cosquín, junto a un nutrido grupo de vecinos entre los que se destacaron amigos y ex compañeros de la escuela, como así también una delegación de los Bomberos Voluntarios de ésta ciudad, cuyo cuartel lleva el nombre del héroe de Malvinas.
La apertura del acto consistió en una Misa de Campaña a cargo del Capellán Castrense de la Escuela de Sub Oficiales de la Fuerza Aérea de Córdoba
Todos los discursos versaron sobre la figura del Capitán Aviador poniendo cada uno el acento en las cualidades de este joven que se destacó en la vida más allá de su condición de militar.
La intendenta Rosanna Adaglio rescató la condición humana de este vecino y bregó para que “la paz sea el camino que los argentinos elijamos para dirimir las contiendas que se puedan plantear en defensa de lo que nos pertenece”.
Varias placas fueron colocadas en el monumento, inclusive una de su familia y otra de la Municipalidad de Cosquín. Al pié del mismo fueron colocadas cinco coronas de laureles, respetando la voluntad de la madre Castillo, quien siempre pidió: “Para mi hijo, laureles y olivos”.
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