Luego de un proceso de arduas negociaciones y cambios, el Presupuesto 2017 está encaminado para su aprobación en el Congreso por ambas cámaras. El mismo contempla en sus aspectos principales, un crecimiento del 3,5%, inflación del 17%, valor del dólar en promedio $ 18 y una fuerte apuesta a la obras en infraestructura a nivel nacional.
A priori todo hace suponer que sus metas pueden ser cumplidas, la incógnita en este sentido es el juego político, dado a que el año 2017 es electoral y a diferencia de los últimos procesos electorales, el próximo tiene una carga judicial en causas que hacen un escenario distinto.
En este sentido, el proceso inflacionario a iniciado un camino de descenso, y es el principal objetivo del BCRA. Este escenario que tiende a ir en forma paulatina a un mundo normal, sin dudas que es vital para cualquier análisis de inversión privada.
Es precisamente la inversión privada en mayor medida que la intervención del estado, la que produce la creación de puestos de trabajos genuinos, y el desafío para el país es que los mismos sean de mayor calidad. Sin dudas que este proceso, se está dando a un ritmo más lento al esperado por el gobierno, no obstante la envergadura de las inversiones necesarias para la gente de negocios, son tiempos normales ( en particular en nuestro país, la seguridad jurídica y estabilidad política, son variables de mucho peso en todo análisis ).
La realidad del presente año en materia de inversiones, muestra al sector agroindustrial como el de mayor actividad en este sentido, es de destacar que la quita de retenciones dio un impulso adicional a las mismas.
La actividad económica se verá favorecida en el corto plazo por el blanqueo, en el orden local y con 1/3 de los depósitos esperados de las 150000 cuentas abiertas, muestran un número de u$d 5000M. Es de esperar que un número importante de estos depósitos, se vuelquen al sector inmobiliario, compra de automóviles, etc. dado a que corresponden a un rango menor.
Una variable de importancia en el corto, mediano y largo plazo, es el endeudamiento público y privado. En el primero caso hay que recordar que u$d 9500 corresponden al pago a los holdouts, a largo plazo y hecho que permite en la actualidad el acceso al mercado de créditos mundial. La realidad del país nos muestra que era el único camino posible, dado a que reactivar el comercio exterior es lento ( nuestro país básicamente materias primas ) y, la carga impositiva es imposible de aumentar. Es de destacar que el camino del endeudamiento es finito y acotado, si bien en la actualidad el contexto internacional juega a nuestro favor, el mismo no se encuentra en niveles que puedan complicar, pero si es necesario que el país inicie un camino de crecimiento sostenido.
El sistema financiero local, se encuentra en un camino de asistencia para las empresas a un costo y plazo que hacen viables proyectos ( ej. tasa del 17% ), sumado a los beneficios otorgados por ley para las pymes, muestran un nuevo escenario para las mismas.
No obstante es de mi sugerencia, las pymes deben prepararse para un mercado de mayor competencia, esto implica tener una mirada interna. Plantearse una visión, ordenarse y creer en la misma, para marchar mirando el mediano y largo plazo.
Jorge H. Barzola
Lic. En Economía
Consultor y Asesor de Empresas
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