Estamos transitando un camino sinuoso en materia económica, lo que preocupa para el futuro inmediato es que , este escenario puede ser peor y que seguro lo será si no se dan señales claras y distintas a las actuales por parte del gobierno.
Hay señales que están dadas por el mercado externo, con impacto negativo independientemente del default técnico, es decir la disputa con los holdouts, hecho que agrava la situación. En este sentido la tendencia marca un impacto en el presente año, y para el próximo en niveles que pueden ser más alarmantes y es el precio de la soja ( actualmente por debajo de los u$s 390 p/t ).
Es de esperar que este nivel de precio sin dudas, marcará un fuerte cambio para la próxima siembra en cuanto a nivel de alquileres de campos, cantidad de área destinada a la siembra, cambios en la comercialización, su efecto en el sector de alimentos para animales básicamente (el pellets que es un derivado de la industrialización, forma parte en el alimento orientado a lechones, mascotas, pollos, etc.).
Otro dato preocupante, es el comportamiento esperado de la principal economía de la región, Brasil nuestro principal socio. En este sentido las correcciones son a la baja, hecho que afecta principalmente por ej. a la industria automotriz, cuyos primeros impactos ya se están observando en las automotrices y en sus proveedores ( suspensión de personal, probables cierres, etc. )
En el orden externo, resta ver el comportamiento del valor del petróleo ( zona de países productores en conflicto ), ante la necesidad de importar que tiene nuestra economía.
En el orden interno al alto nivel de inflación, déficit fiscal cubierto con más emisión monetaria, caída preocupante en todos los sectores económicos y su impacto negativo en el nivel de empleo, se le suman dos hechos que marcan una clara mayor intervención del estado en la actividad privada. Una de estas señales es la baja de tasas por parte del B.C.R.A, lo que hace suponer una pulseada ganada por el Ministro de Economía, y la propuesta de una “ Ley de Abastecimiento “. Ambos hechos sin dudas que provocarán una caída de inversión, aún de aquellos pequeños proyectos en carpeta que se daban ante el escenario de un nuevo gobierno en el año 2015.
La Biblia en Exodo 8:8-10, nos narra como el corazón duro del Faraón, pospuso para “ mañana “, la oración de Moisés con el propósito de que Dios quitara las ranas.
El camino y actitudes del gobierno marcan un poco esta tendencia, la diferencia es que un corazón duro y posponer decisiones que modifiquen el rumbo para “ mañana “, implica cierre de empresas, gente sin trabajo, mayor incertidumbre, menor nivel de inversión , etc. es decir una lenta pero continua caída en el nivel económico y su impacto social.
Jorge Barzola
Lic. En Economía; Consultor y Asesor de Empresas
www.esmiplata.com
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