Estamos transitando en la Argentina la etapa final de un año eleccionario, y dónde se define el futuro del
país por los próximos 10 años ( afirmación personal ).
La economía se observa con un consumo en caída, a pesar del esfuerzo del gobierno, con inflación
creciendo y, se suman conflictos gremiales que impactan de una manera muy gravitante y no tenida en
cuenta por los actores, como por ej. el conflicto de los aceiteros ( una parálisis del sector por 30 días ).
El techo impuesto por el gobierno en las paritarias ( desconocido en su máxima expresión, por el acuerdo
cerrado por los aceiteros ), es una variable para controlar la inflación, al igual que el retraso en el valor
del tipo de cambio.
Ambas variables con fuerte impacto en la economía en general, pero con mayor incidencia en las
economías regionales. Dichas economías orientadas al sector de alimentos y exportador, están en una
etapa de pérdida de mercados y su consecuencia en los ingresos.
El escenario visto en alimentos es la pérdida de fuentes de trabajo genuinas, sumado a la tarea difícil que
resultará poder recuperar los mercados perdidos.
Adicionalmente al ajuste interno, los precios de los commodities están en baja, y con pocas chances de
recuperación ( al menos en el corto plazo ), hecho que explica también el menor nivel de ingresos de
divisas en el presente año.
A este escenario poco alentador, tenemos que considerar el panorama y perspectivas políticas que puedan
darse.
A esta altura de los acontecimientos es clara la propuesta de continuidad del modelo actual, o uno nuevo
que genere nuevas expectativas.
En este sentido el nivel y calidad política que se observa, no suma ni genera un cambio que nos permita
ver un escenario favorable para el desarrollo y crecimiento. Dirigentes que saltan de espacios, sin límites
de ideas y obviamente de propuestas, dejando un mensaje al menos confuso para la sociedad.
En el escenario político local estos hechos pueden parecer normales, pero para quienes tienen intenciones
de invertir desde el exterior ( nuevas inversiones ) o, para aquellos empresarios que tienen en carpeta
crecer en nuevas inversiones, no es lo mismo.
Si hay algo en que existe un punto de coincidencia en general, es que la Argentina necesita de inversiones
privadas, también debemos tener claro que debemos generar las expectativas favorables para que esto
suceda.
En función al perfil de nuestra economía ( con mayor grado en la agroindustria ), y por las perspectivas de
la economía mundial, lo que resta del presente año define mucho más de lo que se piensa y dice.
Los cierres de acuerdos entre espacios políticos, sin dudas que impactarán de una manera muy relevante,
más allá que en lo personal pienso que la gente es dueña de su voto, por lo que este mes de Junio/2015
será muy importante para el futuro del país.
Al final de este camino y que incide de una manera no menor, es el tema educación y el estar preparado
para un cambio.
Es obvio que nuevas inversiones implican nuevas tecnologías, la etapa que viene debe ser de mejorar la
productividad por subsidios improductivos, la pregunta es si la mano de obra que necesita la economía es
la calificada?.
De no ser así, el nuevo gobierno tendrá un fuerte desafío más, la educación y la cultura del trabajo en la
sociedad.
Hay un principio cristiano que dice “ lo mejor está por venir “, aunque un colega me recordó que “
siempre se puede estar peor “, por fé me quedo con el optimista.
Jorge Barzola
Lic. En Economía
Consultor y Asesor de Empresas
@jhbarzola
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