La Senadora Marta Borello afirma “estoy de acuerdo con el voto de los jóvenes a partir de los 16 años, PERO NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE EL VOTO SEA OPTATIVO, DEBERÁ SER OBLIGATORIO E IMPLEMENTARSE A PARTIR DEL AÑO 2015”.
“Considero positivamente que el voto deba ejercerse a partir de los 16 años, ya que por la experiencia laboral acumulada a lo largo de mi vida, dedicada a enseñar educación cívica e historia argentina, no coincido con los argumentos denostadores sobre la capacidad de nuestros jóvenes para discernir, debatir y comprometerse socialmente.” “Es necesario hacerse cargo de esos juicios y valoraciones -dice Borello – porque al subestimar a los jóvenes, considerarlos incapaces para discernir o votar, estamos hablando en realidad de lo poco que ha hecho la población adulta con la responsabilidad que tiene de formarlos, de hacerlos participar y crecer en el debate y la discusión sobre la realidad cotidiana.”
Al fundamentar su postura, la Senadora Borello dijo que ” de esta manera contaríamos durante esos dos años con una oportunidad inmejorable para desarrollar un ENSAYO PEDAGÓGICO en las escuelas dirigido a los jóvenes con vistas a su incorporación al voto. Sería altamente motivador para la comprensión de lo que significa el acto electoral la posibilidad del debate, de la discusión con vistas al ejercicio real de este derecho universal, secreto y obligatorio.”
“Sería, -continúa diciendo Marta Borello- la manera de ampliar la factibilidad de que todo los partidos políticos y no sólo el del gobierno puedan participar en todos los establecimientos educativos llevando sus propuestas a los fines de internalizar en el debate las propuestas que ofrecen en caso de llegar al gobierno. Además de convocar a los jóvenes para discutir de política, de debatir sobre la realidad del país, es una forma también de volver a esperanzarlos para que la política recupere su sentido original: el deseo de servicio para lograr una sociedad más justa y solidaria.”
Para finalizar, la Senadora Borello, sostiene que “la enseñanza que podemos tomar de este acalorado debate es que el grado actual de instrucción o capacidad de los jóvenes de 16 y 17 años nunca puede ser un argumento para desentenderse de los legítimos derechos que puedan existir. Los derechos cívicos y políticos nunca pueden restringirse en virtud de la mayor o menor madurez política del votante, criterio por demás arbitrario. De esta postura a un voto calificado hay un muy corto recorrido.
Por eso señores Senadores, no deberíamos asustarnos con la participación de los jóvenes a partir de los 16 años ya que muchos ya lo están haciendo en los centros de estudiantes, organismos no gubernamentales, entidades culturales, sociales y otras. Y algunos, mucho antes de los 16 años.”
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Carlos Galoppo
0351 152637675
Asesor de Prensa
Senadora Marta Borello
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