Hace varios años que las inversiones directas en la Argentina han caído fuertemente, en
contraste a lo dado en el resto de la región. Adicionalmente estamos observando en el
transcurso de este año 2013, empresas que se habían instalado y actuaban en diversos
sectores de nuestra economía, que están dejando de operar (muy fuerte las empresas con
Casa Matriz en Brasil). El argumento es la falta de certeza para poder planificar en el
mediano y largo plazo, sumado al incremento en sus costos con caída en el nivel de
actividad.
Las inundaciones vividas en CABA y Prov. de Buenos Aires, con mayor daño en la
ciudad de La Plata, nos revelan que estamos viendo y viviendo en el corto plazo, sin
pensar ni planificar para el mediano plazo, y mucho menos para el largo plazo por parte
del estado. Es decir que el sector privado observa una imposibilidad de planificar para el
mediano y largo plazo, y el estado ha decidido solo mirar el corto/cortísimo plazo, que
en apariencia entienden es el que les da réditos electorales.
Cuando se pierde la mirada del mediano y largo plazo, en la economía de un país o
empresa, a lo que se expone es a no estar preparado ante cambios de escenarios no
previstos en forma directa o indirecta (el daño mayor es la pérdida de la oportunidad).
La Argentina viene recibiendo la bendición del incremento en el nivel de los precios de
los commodities, básicamente la soja y sus derivados, que son los de mayor aporte de
divisas del sector primario. Este incremento en el nivel de precios, fue acompañado con
un mayor nivel de superficie sembrada, transitando un camino de conflicto en la
relación del gobierno y el sector. El punto es si este escenario continuará, en función a
los últimos datos de cosecha que es menor al esperado y a lo presupuestado por el
gobierno, sumado a una caída en el nivel de precios. Si los datos se confirman, la
pregunta es si estamos preparados para un escenario con menores ingresos?.
La Biblia narra en Génesis cap.41. la interpretación del sueño por parte de José al
Faraón, el sueño anticipaba siete años de abundancia a los que le seguirían siete años de
escasez (41:29-30). Por lo que le aconsejó ser prudentes y sabios.
Queda para adelante saber si no se escuchó el consejo de José, como se hará para
invertir en infraestructura para evitar inundaciones, energía, educación, etc., es decir
inversiones para hoy, con resultados de producción y electorales futuros.
Jorge H. Barzola
Lic. En Economía
Consultor y asesor de Empresas ;www.esmiplata.com
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