Ambos componentes muy importantes, para poder establecer en parte la marcha de una
economía. En la Argentina no hay signos fuertes, como para poder afirmar que en este
año 2013, el consumo pueda llegar a tener un crecimiento genuino.
Cuando decimos genuinos, nos referimos al consumo dado por la capacidad de ahorro,
el que está ligado al poder adquisitivo. En esta línea hay que diferenciar al trabajador de
la actividad privada, de aquel que proviene del sistema público, en función a que para
este año electoral tendrán incentivos diferentes.
Es de esperar acciones por parte del gobierno, con el propósito de estimular el consumo
interno, tales como establecer nuevos límites para el impuesto a las ganancias (
reclamada por la CGT oficialista y opositora ), incrementos en planes sociales, etc.. No
hay que dejar de considerar que todo movimiento de estímulo, tiene un impacto fiscal.
Más allá de esta consideración por parte del gobierno, el impacto será menor o mayor en
la población, atento al comportamiento del nivel de inflación, nivel que se observa en
crecimiento en los últimos años.
El otro componente “ inversión “, es de vital importancia en una economía, en función a
que impacta directamente en el nivel de empleo. Es muy probable que el nivel de
inversión por parte del estado, se vea estimulada en parte por obras directas.
No se observan signos de inversiones significativas en el sector privado, no obstante de
existir una política de direccionamiento del crédito bancario, para generar nuevos
proyectos industriales.
Las estimaciones privadas e incluso de Organismos Internaciones, manifiestan un
crecimiento leve de la economía, estando este sujeto al nivel de precios de los
commodities ( básicamente soja ) y al comportamiento de la economía del gigante
Brasil. Si ambos supuestos se dan ( alto nivel de cosecha y de precios ), sumado a un
mayor nivel de exportaciones a Brasil, los incentivos se podrán llevar adelante, caso
contrario de producirse los mismos impactarán en forma negativa en la economía.
Por esto se sugiere; 1) escenario cauto, para el análisis de la empresa, con mayor
probabilidad de un estancamiento/caída en el nivel de consumo: 2) prestar mayor
atención al costo financiero; 3) por ej. en caso de alquileres de locales comerciales, para
emprendimiento personales, preveer períodos más cortos y flexibles para su salida.
—
Jorge H. Barzola
Lic. En Economía
Consultor y Asesor de Empresas; www.esmiplata.com
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