El mundo financiero en la actualidad está líquido, y mira con buenos ojos a los países emergentes, a diferencia de épocas pasadas, como por ej. los países de América del Sur. En este sentido, se debe tener presente que todo proyecto de envergadura en un país, debe pensarse en términos de largo plazo ( energía, rutas, puertos, etc. ), es decir la infraestructura necesaria para el crecimiento de una economía.
Estos proyectos pueden ser llevados adelante por el sector público, o por el sector privado, dependiendo de los momentos y gobiernos de cada país.
Se puede observar en la actualidad a países como Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay por ej. a sus economías creciendo, y obteniendo financiamiento externo a tasas muy favorables.
Esto les permite, en primer lugar evitar tomar parte del ahorro interno, no afectando en consecuencia al financiamiento básicamente de las empresas locales. Se debe tener presente que toda economía internamente requiere de capital de trabajo, inversiones pequeñas y medianas, financiación del consumo personal, etc. En segundo lugar, permite extender los vencimientos, pudiendo proyectar a la economía en el largo plazo.
En el mismo sentido van las inversiones privadas, producto de una seguridad jurídica a través de los años, crecimiento de las economías y mejores perspectivas de crecimiento en determinados sectores. Podemos destacar por ej. el sector agroindustrial en Brasil, siendo unos de los principales productores mundiales en la actualidad.
Lo expuesto nos lleva a pensar que el endeudamiento no es malo, el punto crucial es su aplicación en sectores productivos, es decir convertir al endeudamiento en una virtud y no en una pesada carga.
No obstante, los gobiernos siempre requieren tomar deuda ( nacional, provincial y municipal ), y aquí lo vital es quien financia ?, es decir de que sector se toman los recursos, y el costo total de dicho financiamiento.
Finalmente no hay que perder de vista, que existen proyectos viables, si solo son financiados a tasas como las actuales en el mercado mundial, y a largo plazo. Es decir es inviable por ej. la construcción de puertos con bonos a un año y en moneda local, o la construcción de una planta industrial de envergadura por parte de una empresa, con una línea de descuento de cheques, o que un banco otorgue créditos hipotecarios a 20 años, tomando los fondos de plazos fijos a 30 días.
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Jorge Barzola
Lic. En Economía
Consultor y Asesor de Empresas
www.esmiplata.com
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