La presidente comunal de Las Caleras de Calamuchita, Wilma Oviedo, afirmó hoy que “como integrante de la gran familia minera de Latinoamérica, nuestro pueblo vivió el día de ayer con tremenda ansiedad y felicidad por el rescate de nuestros hermanos chilenos” y señaló que lo ocurrido en la mina San José “debe servir para tomar conciencia sobre la necesidad de incrementar las medidas de seguridad de los trabajadores de la industria”.
Las Caleras tiene como principal actividad económica la extracción y procesamiento de piedra caliza en canteras a cielo abierto y el 90 por ciento de su población tiene vinculación directa o indirecta con la minería.
Oviedo sostuvo que el pueblo de Las Caleras “estuvo, durante estos 70 días, pendiente de lo que pasaba en Chile y rogando por llegar al final exitoso que pudimos ver ayer” y remarcó que “si bien la actividad que se desarrolla en nuestra localidad tiene diferencias con lo que ocurre en la mina San José, los sacrificios, los peligros y las necesidades son idénticas en todas las zonas en donde se ejerce la minería”.
Afirmó que “esta industria, que muchas veces ha sido descalificada, es fundamental para la sociedad y es el medio de vida de miles de hombres y mujeres que trabajan en ella”, por lo que “es necesario dotarla de las condiciones de seguridad imprescindibles para que pueda desarrollarse sin arriesgar la vida de las personas ni del ambiente”.
“Es responsabilidad del Estado y del sector privado asegurar la protección de los obreros mineros porque ellos son el eslabón fundamental de la industria ya que sin el hombre que trabaje la piedra, la industria no podría existir”, enfatizó.
En ese sentido, sostuvo que “hago mías las palabras del jefe de turno Luis Urzúa que, siendo el último minero que salió del refugio, le dijo al presidente de Chile que esto sirva para que no ocurra nunca más una situación como la vivida allí”.
Oviedo resaltó “la responsabilidad con la que encaró este operativo de rescate el gobierno de Chile” e informó “desde esta pequeña comunidad minera vamos a ponernos en contacto con los 33 hermanos chilenos para brindarles nuestro fraternal abrazo”.
Finalmente confió que “en estos días hemos ido amasando un sueño que ya estamos intentando cumplir: invitar a alguno de los 33 mineros a compartir con nosotros nuestro tradicional Pesebre Viviente que se realizará el sábado 8 de enero de 2011”.
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